viernes, noviembre 24, 2006

25 de Noviembre, CDN contra la violencia sexista.


Ante la lacra social que supone la violencia de género, CONVERGENCIA DE DEMÓCRATAS DE NAVARRA queremos mostrar nuestro compromiso en avanzar hacia su erradicación.

Una de las prioridades de CDN en materia de igualdad ha sido el fortalecer los sistemas de prevención y reacción frente a la violencia sexista.

La articulación de una respuesta institucional diversificada y adecuada es uno de los retos que se hemos impulsado en Navarra y se ha materializado en la puesta en marcha de actuaciones en muchos y diferentes ámbitos como la planificación, investigación, prevención, formación, información y asesoramiento, asistencia y protección social, coordinación institucional y legislación.

CONVERGENCIA siempre ha mostrado su compromiso decidido para luchar contra esta violencia, que expresa la máxima discriminación que sufren las mujeres en todos los ámbitos de la vida.

Reafirmamos nuestro firme compromiso en la lucha para erradicarla, animando cuantas iniciativas se pongan en marcha a tal fin. Compartimos la iniciativa común del Gobierno de Navarra, Ayuntamientos de Navarra y la FNMC, y animamos a participar en ellas.

Queremos mostrar muestra su firmeza en el apoyo a las mujeres que sufren maltrato y su total rechazo a la violencia contra ellas.

martes, noviembre 21, 2006

CDN afirma que Pepe Blanco "confunde premeditadamente" la creación del órgano común con el de 1995

Cree que es "un intento de engaño dentro de una contraprestación política que el PSOE está dispuesto a pagar a ETA"

CDN rechazó hoy las declaraciones de Pepe Blanco sobre la posible creación de un Órgano Común entre Navarra y el País Vasco, y afirmó que "confunde premeditadamente la creación del órgano común del año 1995, que se trataba de un órgano vacío de competencias y fruto de la decisión de las instituciones, de manera libre, rechazado por Batasuna en el Parlamento de Navarra y en el del País Vasco, con la situación actual".
En aquél caso, indicó hoy Convergencia en un comunicado, "se trataba de la creación de un órgano administrativo para problemas de interés común, sin carácter político".
Sin embargo, "ahora se trata de un órgano común político de los Parlamentos, con competencias propias, más cercanos a una dieta de una confederación, lejos de ser un órgano interadministrativo", por lo que "sería un espacio con capacidad de decisión que vinculase a ambas comunidades".
"Nunca hemos aceptado este planteamiento ni nunca lo compartiremos, puesto que se trataría de una especie de asamblea común a todos esos territorios, con importantes competencias, y con la imagen de una asamblea política común", añadió CDN, socio de UPN en el Gobierno foral.
Finalmente, indicó que se trata "de un intento de engaño por parte de quienes realizan estos planteamientos, al albur de la negociación política, enmarcándose dentro de una contraprestación política que el PSOE está dispuesto a pagar a la banda terrorista ETA".

lunes, noviembre 20, 2006

UPN y CDN blindan Navarra por el riesgo de que entre en la negociación con ETA

ABC

Saben que en el proceso de negociación del Gobierno con ETA se está hablando del futuro de Navarra, de la «territorialidad» como dicen algunos eufemísticamente. Y el presidente del Gobierno, aseguran, ni siquiera ha contado con ellos. Los dirigentes de Unión del Pueblo Navarro (UPN), el partido más votado en esta Comunidad Foral, y su socio en el Parlamento, Convergencia Democrática de Navarra (CDN), defienden el navarrismo frente a las pretensiones de los nacionalistas vascos y de un posible pacto futuro de éstos con los socialistas.
El navarrismo de UPN y CDN no es otro que el que recoge el Amejoramiento del Régimen Foral de Navarra, que en su artículo 1 es así de contundente: «Navarra constituye una Comunidad Foral con régimen, autonomía e instituciones propias, indivisible, integrada en la Nación española y solidaria con todos sus pueblos». Los navarristas no tienen ningún problema, todo lo contrario, a la hora de defender la Constitución y el Amejoramiento del Fuero, y eso es precisamente lo que hacen: promover su autonomía y el carácter propio de su Comunidad sin que sea moneda de cambio de procesos de negociación con terroristas y secuaces.
Por eso, los dirigentes de UPN, Miguel Sanz, y de CDN, Juan Cruz Alli, nunca han estado tan próximos en sus posturas como en estos últimos tiempos. Ambas formaciones tienen claro que deben defender el actual marco institucional de Navarra, como comunidad diferenciada dentro de España, frente a un nacionalismo que emite «cantos de sirenas» a los socialistas navarros. Por ello, unirán sus votos tras las elecciones autonómicas, si hiciera falta, para posibilitar la gobernabilidad de Navarra.
Otro asunto tienen en común: no se fían del PSN, ni del socialismo en general. Los navarristas consideran, según explicó el presidente foral, Miguel Sanz, que sus silencios y ambigüedades son elocuentes y porque creen que esa formación no tendrá empacho en pactar con el nacionalismo tras las elecciones para descabalgar del ejecutivo a UPN y CDN, como se apunta en la Comunidad vasca. Además, porque puede ser una petición que les venga impuesta desde Ferraz, ya que tanto Sanz como Alli afirman que el candidato navarro Fernando Puras ha venido impuesto, dado que los militantes apoyaban al secretario general, Carlos Chivite.
Voto cautivo
Por otro lado, el presidente navarro cree que los militantes de base socialistas no estarían de acuerdo con un pacto con los nacionalistas, algo que suscribe Alli, quien matiza, no obstante, que el socialismo dispone de un alto porcentaje de voto cautivo, que votará a esa formación pase lo que pase.
Por su parte, Juan Cruz Alli ya tuvo la experiencia en Navarra de un Gobierno tripartito con socialistas y EA y se sintió traicionado. «Ya nos engañaron una vez. Ellos buscan su interés partidista por encima de las instituciones. Su ambigüedad señala su falta de compromiso». Sin embargo, Alli cree que en la comunidad vecina, históricamente, el PSE ha sido un partido en coalición en el Gobierno con el PNV, «lo que le ha permitido al PNV tener una actitud más centrada y dejar al margen al radicalismo nacionalista, porque podía dar estabilidad institucional desde una perspectiva más autonomista que soberanista». Así, añadió Alli, el PNV deja en el extremo al nacionalismo radical vasco, «en el que se incluye EA en la postura que tiene y Aralar».
«Ese acuerdo, -manifestó Alli a ABC-, puede ser un factor de estabilidad en el País Vasco, pero también dentro del Estado, porque nunca un partido socialista, ni el de Euskadi, va a apostar por apoyar unas tesis radicales», matizó.
La tregua y el proceso
Por otro lado y en cuanto al momento que vive el «proceso» de negociación con ETA, ambos políticos reconocen que la situación es complicada, a la vez que no aprecian en la banda voluntad real de abandonar las armas. Coinciden en que los tiempos los marca ETA y en que el Ejecutivo de Zapatero no está siendo claro, porque las conversaciones, a su juicio, no parten del momento de la tregua, sino de antes de la misma.
Consideran que electoralmente el presidente del Gobierno central quiere sacar partido a la situación de tregua, aunque, por el momento, le interese mantener la «incertidumbre» y estiman que tendrá que dar pasos de cara a las próximas elecciones generales.
Otro punto de unión entre los socios de Gobierno es su férrea defensa de Navarra, de su foralidad y de su posición autónoma dentro del Estado de la Autonomías. Ambos sostienen que «Navarra está encima de la mesa de negociación», y comentan que la banda terrorista no cederá a sus aspiraciones territoriales y que ante el silencio de una de las partes de la negociación, el Gobierno de Zapatero, la otra parte, ETA, sí da ese tipo de informaciones, y añaden que lo hace para poner en evidencia al Ejecutivo cuando considera que el proceso se estanca.
«Al Gobierno de Zapatero, -afirmó categórico Alli-, no le interesa que el proceso se decante cuanto antes, porque lo que hagan puede ser considerado como concesión a los violentos a cambio de la paz y como precio político. Eso haría contradictorio su discurso y podría tener coste de cara a un proceso electoral».
El presidente de los convergentes navarros añadió que el Ejecutivo central tiene que dejar pasar las elecciones autonómicas y luego, hasta las generales, «intentar que el proceso avance, porque son conscientes de que si ETA renuncia a la violencia, la actitud de la sociedad española será más comprensiva con las contraprestaciones del Gobierno». Alli destacó que la banda sigue utilizando los mecanismos de autofinanciación, de presión a la sociedad y de armamento.

Navarra se planta

Editorial ABC

SI algo indica que la tregua actual es, para ETA, un proceso de negociación política para el logro de sus objetivos tradicionales, es, sin duda, la insistencia en lo que los etarras llaman «territorialidad», concepto que no es otra cosa que la incorporación de Navarra a la Euskal Herría mítica que comparten todos los nacionalistas. También los territorios del sur de Francia -Iparralde- entrarían en el proyecto anexionista de ETA, aunque la firmeza del Gobierno galo -con independencia de ideologías- y la baja presencia electoral de los nacionalistas disuaden a los etarras de utilizar la misma insistencia que emplean en España con Navarra. Será porque de París no esperan nada, por mucho que en los últimos días ETA y su entorno hayan elevado el tono e instado al Gobierno galo a que se involucre decididamente en el «proceso de paz» bajo la amenaza de llevar el «conflicto» a la nación vecina si no se pliega a sus exigencias. Pura retórica, porque ETA sabe que Francia no va a mover ficha.
El Gobierno socialista insiste en que no se va a hablar del futuro de Navarra en la mesa de negociación con Batasuna. Este desmentido, como tantos otros, es creíble porque los hechos no lo confirman plenamente; es decir, que el Gobierno cuenta con el beneficio de una duda que, sin embargo, es cada vez más creciente. Porque si ETA hubiera tenido meridianamente claro desde un principio que Navarra no se toca, no habría concedido el alto el fuego o, de haberlo concedido, no habría insistido en la territorialidad como condición inexcusable de un acuerdo definitivo. Cabe recordar, además, que el presunto guionista de este proceso, Jesús Eguiguren, presidente de los socialistas vascos, acepta desde 2003 la modificación del régimen foral de Navarra, en términos abstractos, pero suficientes para que ETA pueda decir que también Navarra se negocia.
Por eso se convierte en tan necesaria una reforma constitucional que suprima la Disposición Transitoria Cuarta, reflejo coyuntural del consenso constitucional -hecho a la medida de las demandas del nacionalismo e inútil como tantas otras cesiones-, pero que hoy sólo representa una excusa para que los nacionalistas no den por cerradas sus aspiraciones sobre el Viejo Reino.
Para ETA, Navarra no puede quedar al margen de un proceso que desemboque en acuerdos que la legitimen retroactivamente, porque sería una derrota de sus postulados esencialistas. El régimen foral de Navarra es para los etarras un obstáculo tan resistente y odiado como la Constitución de 1978 y más que el Estatuto de Guernica. Más que éste porque la mayoría parlamentaria de Navarra está formada por dos partidos -UPN y CDN- que están comprometidos con la defensa del territorio foral frente al expansionismo nacionalista. Triste papel, sin duda, el del socialismo navarro, del que está descontada su condición de «caballo de Troya» de los nacionalistas vascos para asaltar el Gobierno de la Comunidad Foral tras las próximas elecciones autonómicas de 2007, claves en el horizonte de un «proceso» que estaba condicionado al cumplimiento por parte de ETA de una serie de exigencias elementales, entre ellas la no utilización de la violencia, que los terroristas han incumplido a conveniencia.
Es mucho lo que se juega Navarra en los comicios de la próxima primavera. La renovación de una mayoría foralista en las elecciones de 2007 es fundamental para que ETA -y el nacionalismo vasco en su conjunto- fracase en su propósito anexionista. La conservación de las instituciones democráticas navarras en manos de quienes están dispuestos a mantener el régimen foral se presenta así como lo que puede llegar a ser -si el proceso de negociación con ETA no se ha extinguido antes- el hito fundamental y punto de inflexión de este «proceso» de negociación política con los terroristas en el que cada día que pasa es mayor la presión por parte de la banda, empeñada en una clara estrategia de acoso y tensión que amenaza con hacerse insoportable para un Gobierno encallado en un peligroso cruce de caminos del que, más allá de la retórica habitual, parece incapaz de salir.

sábado, noviembre 18, 2006

Alli dice que las gestiones del PSN sobre el TAV «carecen de capacidad y eficacia»

Para el dirigente del CDN, Navarra «recibe un trato profundamente discriminatorio. El presidente del CDN, Juan Cruz Alli, afirmó hoy que las gestiones del Partido Socialista de Navarra para que la Comunidad foral financie la construcción del Tren de Alta Velocidad con cargo al convenio económico «carecen de capacidad y eficacia», algo que «no nos sorprende, porque ni siquiera son capaces de mantener sus candidatos frente a la cúpula del PSOE».

Así lo indicó hoy al término de una rueda de prensa, donde subrayó que, el hecho de que el PSOE haya rechazado esta fórmula es «una manifiesta discriminación que tenemos que denunciar, y que la está protagonizando el PSOE».
A juicio de Alli, Navarra «recibe un trato profundamente discriminatorio» por parte del Partido Socialista, por lo que la Comunidad foral «queda a merced de que al Gobierno del Estado le plazca que disponga de una comunicación que es imprescindible».
En este sentido, criticó que, aunque el Partido Socialista de Navarra apoyó una iniciativa en el Parlamento demandando que se tratara a Navarra como a la Comunidad Autónoma Vasca, «sus gestiones carecen de cualquier capacidad».
«No vale que el PSN intente escurrir el bulto diciendo que han hecho gestiones, porque son tan Partido Socialista como todos los demás», manifestó.
Finalmente, indicó que «una parte de esta responsabilidad corresponde también al Partido Socialista de Navarra», y criticó que no ha escuchado al PSN decir «que dan prioridad al interés de Navarra respecto al interés ninguna», sino que lo que hacen es «templar gaitas», aseguró.

lunes, noviembre 13, 2006

UPN y CDN mantienen la mayoría absoluta, y Na Bai es la segunda fuerza en lugar del PSN

UPN (13) y PSN (5) conservan sus ediles, Convergencia (1) e IU (2) pierden uno y Na Bai logra 5 ó 6UPN y CDN pueden renovar su actual pacto de gobierno en el Ayuntamiento de Pamplona, al sumar 14 de los 27 concejales, según los datos recogidos en el sondeo realizado por Cíes para Diario de Navarra. Lo harían tanto con la presencia de una lista afín a Batasuna como sin ella, aunque pierden un edil por el lado de Convergencia. La otra noticia está en la lucha por la segunda fuerza: Nafarroa Bai se la arrebata al PSN en el caso de que no concurra una lista batasuna. En este supuesto logra 6 concejales, uno más que los socialistas, que mantiene el mismo número de representantes (5). Con candidatura de Batasuna, PSN y Na Bai empatan a 5 ediles. De cualquier manera, Nafarroa Bai gana representantes, dado que actualmente los grupos que conforman la coalición suman 4 (2 de EA/PNV y 2 de Aralar; Batzarre no tiene). IU logra 2 y pierde en todos los casos un concejal.


UPN y CDN pueden renovar su actual pacto de gobierno en el Ayuntamiento de Pamplona, al sumar 14 de los 27 concejales, según los datos recogidos en el sondeo realizado por Cíes para Diario de Navarra. Lo harían tanto con la presencia de una lista afín a Batasuna como sin ella, aunque pierden un edil por el lado de Convergencia.

La participación estimada para los comicios del Ayuntamiento de Pamplona, previstos para mayo del próximo año, es del 68%, un punto más que en las anteriores elecciones municipales del año 2003.
La lista de Unión del Pueblo Navarro (UPN) que va a encabezar por tercera vez consecutiva Yolanda Barcina es la más votada en todos los casos. Con la presencia de una lista afín a Batasuna, obtiene el 43,2% de los votos (43,1% logró en 2003) y 13 concejales, los mismos que en las anteriores elecciones. Sin Batasuna, obtiene 1,3 puntos más (hasta el 44,5%) pero no aumenta escaños, dado que la mayor parte de los votos van a Nafarroa Bai.
El Partido Socialista de Navarra (PSN) es actualmente la segunda fuerza municipal, con el 17,2% de los votos y 5 ediles. Sin la presencia de la lista abertzale, sube 2,5 puntos en porcentaje (19,7%), sigue con 5 ediles pero pasa a ser la tercera fuerza, en beneficio de Nafarroa Bai. Con la lista batasuna, sube casi dos puntos (hasta el 19,1%) pero obtiene los mismos concejales. El arquitecto Javier Torrens liderará la lista.
La gran beneficiada
La gran beneficiada de que no concurra una lista de Batasuna es Nafarroa Bai, con Uxue Barkos a la cabeza: obtiene el 22,2% de los votos y 6 escaños, lo que la aúpa como segunda fuerza de la casa consistorial. En la actualidad, los grupos que forman esta coalición tienen 4 representantes: EA/PNV y Aralar, dos cada uno -Batzarre no logró escaño-. Entre los tres sumaron en 2003 el 21% de los votos. Con lista batasuna, Na Bai suma el 18% y 5 escaños, ocupando la tercera posición.
Izquierda Unida desciende en el Ayuntamiento casi cuatro puntos (7,1% frente a 10,9% de 2003) y pierde un representante (2 frente a los 3 actuales) en el caso de que concurra una lista abertzale. Sin lista batasuna, sube dos décimas en el porcentaje de votos (7,3%), pero sin repercusión en la representación final. Idoia Saralegui será su cabeza de lista.
Convergencia de Demócratas de Navarra (CDN) se sitúa en el 5,2% de los votos, dos puntos menos que en 2003 que tendrán su repercusión en el salón de plenos: logra sólo un concejal, uno menos que en la actualidad. El hecho de que no haya una lista próxima a Batasuna apenas tiene repercusión para los convergentes que liderará José Andrés Burguete: sube una décima.
De Batasuna, a Na Bai
Una candidatura próxima a la ilegalizada Batasuna, obtiene el 6,4% de los votos y 1 concejal, convirtiéndose en la cuarta fuerza política del consistorio. El sondeo de Cíes para Diario de Navarra preguntó a los posibles electores de Batasuna qué votarían si no tuvieran su propia lista. La intención de estos entrevistados es votar a Nafarroa Bai en el 55% de los casos, el 28% vota nulo y el 17% no acude a las urnas el día señalado.

UPN y CDN perderían la mayoría absoluta (24)

UPN y CDN pierden la mayoría absoluta (24) y el PSN continúa en su suelo electoral (11)Nafarroa Bai obtendría 9 o 11 escaños, dependiendo de la presencia de Batasuna o de una lista afínEl barómetro de opinión 2006 realizado por Cíes para Diario de Navarra refleja cierta estabilidad entre los votantes y unas cuantas situaciones previsibles: en primer lugar, el desgaste de los partidos que integran el Gobierno; la nula respuesta del llamado " efecto Zapatero" en el electorado navarro; la irrupción de Nafarroa Bai como aglutinador y rentabilizador del voto nacionalista; y, finalmente, el declive de las tesis de Batasuna, que en caso de concurrir a las elecciones vería reducida su presencia a la de un grupo minoritario en el Parlamento de Navarra.

UPN y CDN perderían la mayoría absoluta de que hoy disfrutan en el Parlamento foral (pasarían de 27 escaños a 24 de un total de 50) si se celebraran hoy las elecciones forales de la próxima primavera. La única alternativa posible sería la formada por el PSN, Nafarroa Bai e IU, además de Batasuna en el caso de que concurriera a las urnas. Así se deduce del estudio de opinión realizado por la empresa Cíes para Diario de Navarra. La intención de voto de los electores navarros, a medio año de la cita en las urnas, refleja el desgaste lento que sufren los partidos que integran el actual Gobierno foral, UPN y CDN, que les hace perder la mayoría absoluta. Sumarían 24 escaños (21 los regionalistas y 3 los convergentes), por los 27 con los que cuentan ahora en el Parlamento. UPN perdería dos parlamentarios y CDN, uno. Se quedarían, así, a un escaño de los 25 que son la mitad de los asientos en la Cámara foral y a dos de la mayoría absoluta (26).
Pero si el descenso de los partidos del Gobierno está en la agenda de lo previsible, los 11 escaños que el sondeo electoral da al PSN le vuelve a situar en su suelo político. Se mantendría como segunda fuerza política, con un apoyo de entre el 21 y el 22%. El llamado efecto Zapatero no tiene de momento un reflejo en el ámbito electoral navarro (en los comicios generales de 2004 el PSN consiguió el 33% de los votos).
Los socialistas continúan sin despegar, desde que en las elecciones de 1995, con Javier Otano, bajaron a los 11 escaños; repitieron números en los comicios de 1999, esta vez con Juan José Lizarbe; y lo volvieron a repetir en 2003, con el mismo candidato.
IU, a pesar de perder entre 0,8 y 1,1 puntos en la intención de voto, seguiría con sus 4 parlamentarios, lo cual significa la fidelidad de sus votantes.
La tercera pata de este puzzle la constituye Nafarroa Bai, la coalición nacionalista integrada por Aralar, EA, PNV y Batzarre, que por primera vez concurre a las elecciones forales, y que obtendría 11 escaños y el 20,9% de los votos. NaBai recogería el beneficio que la ley D" Hont da a quienes concurren unidos, rentabilizando cada uno de los votos nacionalistas e igualaría en número de escaños al PSN.
Sólo en el caso de que se presentara además Batasuna, si fuera legal, el voto nacionalista se repartiría: 9 escaños irían a Nafarroa Bai y 2 a Batasuna. Batasuna quedaría, este caso, reducida a una fuerza muy minoritaria frente al apoyo que ha obtenido en anteriores legislaturas ( logró 5, 6, 7, 8 y hasta 9 escaños).
El PSN, el árbitro
La empresa Cíes indica que el estudio refleja la realidad actual de la opinión del electorado y no pretende ser una predicción de voto, máxime cuando no se tiene la certeza de las candidaturas que van a concurrir. Por ello, se han contemplado dos escenarios: con o sin Batasuna. En el caso de que esa lista de la izquierda abertzale no se presentara a las elecciones, el 44% de sus votantes daría su apoyo a Nafarroa Bai, el 33% votaría nulo y se abstendría el 23% restante.
En el estudio se estima una participación del 72% de un electorado de 470.000 personas.
Con los números que aporta este estudio de opinión, el PSN, con sus 11 escaños, se convierte en el árbitro del futuro Gobierno de Navarra. Las alternativas se sintetizan en dos: un Ejecutivo en torno a UPN, más CDN y el apoyo del PSN; o un Gobierno liderado por el socialista Fernando Puras, más IU y el apoyo de los nacionalistas. A partir de estas dos alternativas, las fórmulas a elegir pueden ser diversas.
La coalición de Gobierno UPN-CDN, con sus 24 escaños y entre el 46 y 48% de los votos electorales volvería a gobernar sólo si el PSN opta por este escenario político. Bien por omisión, es decir, permitiendo con la abstención que Miguel Sanz ocupase nuevamente el despacho del presidente en el Palacio de Navarra, bien con el apoyo expreso. Un respaldo que podría ser externo y puntual; a través de un pacto de Gobierno e incluso participando en un Ejecutivo de coalición UPN-PSN-CDN.
El segundo escenario al que conduce el sondeo de opinión es el de un Gobierno a la catalana, con el candidato socialista en la presidencia del nuevo Gobierno y con la implicación de IU y de Nafarroa Bai, así como de Batasuna si fuera legalizada. Los 26 escaños que agruparían y entre el 50 y 53% de los votos electorales llevarían a Fernando Puras al Palacio de Navarra.
Aunque el candidato socialista ha mantenido que su apuesta es la de un Gobierno monocolor (en el que cabría IU), necesitaría de los votos nacionalistas (11 representantes) para poder gobernar con estabilidad.
El sondeo de opinión pone de manifiesto la firmeza de los bloques ideológicos en los últimos años. El centro derecha, representado por UPN y CDN, sumaría entre el 46,6 y el 48,1% del electorado; la izquierda, PSN y IU, obtendría entre el 29,1 y el 30,1% de los votos; y el ámbito nacionalista, con Nafarroa Bai y Batasuna, aglutinaría entre el 20,9 y el 23,4% de los votantes.

Asamblea CDN refrenda Alli y Burguete encabezar listas elecciones


La Asamblea electiva de CDN refrendó hoy por un 98 por ciento la elección del presidente del partido, Juan Cruz Alli, como candidato a encabezar la lista al Parlamento foral para las próximas elecciones, y por un 93 por ciento la de José Andrés Burguete como candidato a la alcaldía de Pamplona.Se trataba del último trámite interno para decidir los cabezas de lista que el partido presentará a las elecciones de mayo en la Cámara foral y en el consistorio pamplonés, aunque en ambos casos tan sólo se había presentado un candidato, que finalmente fue apoyado por práctica unanimidad.Tras conocer la votación, en declaraciones a los periodistas Juan Cruz Alli dijo asumir la 'responsabilidad, pues que los compañeros de partido te encomienden encabezar la lista al Parlamento de Navarra en unas elecciones que aparentemente van a ser las más difíciles de toda la democracia, es una responsabilidad añadida a la que ya tengo acumulada'.Sin embargo, aseguró que 'a pesar de ser ya una persona de edad', se considera 'con fuerzas y todavía con un mínimo de capacidad para afrontar ese reto con objeto de que Convergencia siga siendo un partido clave en la presencia política como opción centrista neta y hasta pura, y para garantizar la estabilidad institucional de la Comunidad foral', dijo sobre su actual pacto de gobierno con UPN tanto en el Ejecutivo foral como en el Ayuntamiento de Pamplona.
Además, consideró que su partido 'demuestra que aquí puede haber una opción política distinta a la de los partidos sucursalistas' que a su entender suponen tanto UPN, que 'termina siendo en muchos aspectos la larga mano del PP en Navarra', como el PSN, del que dijo que 'cada día es más notorio que no tiene ninguna autonomía, ninguna capacidad de decisión por sí mismo y está en todo a merced de lo que decida su cúpula de Madrid'.Por ello, destacó el importante el papel que CDN pueda jugar en la configuración del próximo Gobierno foral: 'estamos en un momento en el que los malos augurios -dijo Alli- lo ponen como difícil, aunque creo que la dificultad no existe en la medida en que la sociedad navarra va a tener una vez más la oportunidad de manifestarse. Confiamos en que lo haga siempre con un sentido de la responsabilidad'.Por su parte, el vicepresidente de CDN y actual consejero de Medio Ambiente, José Andrés Burguete, se mostró 'satisfecho' por la elección, 'un nuevo reto que hemos asumido desde Convergencia', al que le seguirá el de 'elaborar un buen programa electoral' y el de 'seguir manteniendo la voluntad de tener en el Ayuntamiento de Pamplona una estabilidad institucional imprescindible para que la ciudad vaya progresando y evolucionando'.

domingo, noviembre 12, 2006

Alli dice que las gestiones del PSN sobre el TAV «carecen de capacidad y eficacia»


Para el dirigente del CDN, Navarra «recibe un trato profundamente discriminatorio.

El presidente del CDN, Juan Cruz Alli, afirmó hoy que las gestiones del Partido Socialista de Navarra para que la Comunidad foral financie la construcción del Tren de Alta Velocidad con cargo al convenio económico «carecen de capacidad y eficacia», algo que «no nos sorprende, porque ni siquiera son capaces de mantener sus candidatos frente a la cúpula del PSOE».

Así lo indicó hoy al término de una rueda de prensa, donde subrayó que, el hecho de que el PSOE haya rechazado esta fórmula es «una manifiesta discriminación que tenemos que denunciar, y que la está protagonizando el PSOE».
A juicio de Alli, Navarra «recibe un trato profundamente discriminatorio» por parte del Partido Socialista, por lo que la Comunidad foral «queda a merced de que al Gobierno del Estado le plazca que disponga de una comunicación que es imprescindible».

En este sentido, criticó que, aunque el Partido Socialista de Navarra apoyó una iniciativa en el Parlamento demandando que se tratara a Navarra como a la Comunidad Autónoma Vasca, «sus gestiones carecen de cualquier capacidad».

«No vale que el PSN intente escurrir el bulto diciendo que han hecho gestiones, porque son tan Partido Socialista como todos los demás», manifestó.

Finalmente, indicó que «una parte de esta responsabilidad corresponde también al Partido Socialista de Navarra», y criticó que no ha escuchado al PSN decir «que dan prioridad al interés de Navarra respecto al interés ninguna», sino que lo que hacen es «templar gaitas», aseguró.