lunes, noviembre 13, 2006

UPN y CDN perderían la mayoría absoluta (24)

UPN y CDN pierden la mayoría absoluta (24) y el PSN continúa en su suelo electoral (11)Nafarroa Bai obtendría 9 o 11 escaños, dependiendo de la presencia de Batasuna o de una lista afínEl barómetro de opinión 2006 realizado por Cíes para Diario de Navarra refleja cierta estabilidad entre los votantes y unas cuantas situaciones previsibles: en primer lugar, el desgaste de los partidos que integran el Gobierno; la nula respuesta del llamado " efecto Zapatero" en el electorado navarro; la irrupción de Nafarroa Bai como aglutinador y rentabilizador del voto nacionalista; y, finalmente, el declive de las tesis de Batasuna, que en caso de concurrir a las elecciones vería reducida su presencia a la de un grupo minoritario en el Parlamento de Navarra.

UPN y CDN perderían la mayoría absoluta de que hoy disfrutan en el Parlamento foral (pasarían de 27 escaños a 24 de un total de 50) si se celebraran hoy las elecciones forales de la próxima primavera. La única alternativa posible sería la formada por el PSN, Nafarroa Bai e IU, además de Batasuna en el caso de que concurriera a las urnas. Así se deduce del estudio de opinión realizado por la empresa Cíes para Diario de Navarra. La intención de voto de los electores navarros, a medio año de la cita en las urnas, refleja el desgaste lento que sufren los partidos que integran el actual Gobierno foral, UPN y CDN, que les hace perder la mayoría absoluta. Sumarían 24 escaños (21 los regionalistas y 3 los convergentes), por los 27 con los que cuentan ahora en el Parlamento. UPN perdería dos parlamentarios y CDN, uno. Se quedarían, así, a un escaño de los 25 que son la mitad de los asientos en la Cámara foral y a dos de la mayoría absoluta (26).
Pero si el descenso de los partidos del Gobierno está en la agenda de lo previsible, los 11 escaños que el sondeo electoral da al PSN le vuelve a situar en su suelo político. Se mantendría como segunda fuerza política, con un apoyo de entre el 21 y el 22%. El llamado efecto Zapatero no tiene de momento un reflejo en el ámbito electoral navarro (en los comicios generales de 2004 el PSN consiguió el 33% de los votos).
Los socialistas continúan sin despegar, desde que en las elecciones de 1995, con Javier Otano, bajaron a los 11 escaños; repitieron números en los comicios de 1999, esta vez con Juan José Lizarbe; y lo volvieron a repetir en 2003, con el mismo candidato.
IU, a pesar de perder entre 0,8 y 1,1 puntos en la intención de voto, seguiría con sus 4 parlamentarios, lo cual significa la fidelidad de sus votantes.
La tercera pata de este puzzle la constituye Nafarroa Bai, la coalición nacionalista integrada por Aralar, EA, PNV y Batzarre, que por primera vez concurre a las elecciones forales, y que obtendría 11 escaños y el 20,9% de los votos. NaBai recogería el beneficio que la ley D" Hont da a quienes concurren unidos, rentabilizando cada uno de los votos nacionalistas e igualaría en número de escaños al PSN.
Sólo en el caso de que se presentara además Batasuna, si fuera legal, el voto nacionalista se repartiría: 9 escaños irían a Nafarroa Bai y 2 a Batasuna. Batasuna quedaría, este caso, reducida a una fuerza muy minoritaria frente al apoyo que ha obtenido en anteriores legislaturas ( logró 5, 6, 7, 8 y hasta 9 escaños).
El PSN, el árbitro
La empresa Cíes indica que el estudio refleja la realidad actual de la opinión del electorado y no pretende ser una predicción de voto, máxime cuando no se tiene la certeza de las candidaturas que van a concurrir. Por ello, se han contemplado dos escenarios: con o sin Batasuna. En el caso de que esa lista de la izquierda abertzale no se presentara a las elecciones, el 44% de sus votantes daría su apoyo a Nafarroa Bai, el 33% votaría nulo y se abstendría el 23% restante.
En el estudio se estima una participación del 72% de un electorado de 470.000 personas.
Con los números que aporta este estudio de opinión, el PSN, con sus 11 escaños, se convierte en el árbitro del futuro Gobierno de Navarra. Las alternativas se sintetizan en dos: un Ejecutivo en torno a UPN, más CDN y el apoyo del PSN; o un Gobierno liderado por el socialista Fernando Puras, más IU y el apoyo de los nacionalistas. A partir de estas dos alternativas, las fórmulas a elegir pueden ser diversas.
La coalición de Gobierno UPN-CDN, con sus 24 escaños y entre el 46 y 48% de los votos electorales volvería a gobernar sólo si el PSN opta por este escenario político. Bien por omisión, es decir, permitiendo con la abstención que Miguel Sanz ocupase nuevamente el despacho del presidente en el Palacio de Navarra, bien con el apoyo expreso. Un respaldo que podría ser externo y puntual; a través de un pacto de Gobierno e incluso participando en un Ejecutivo de coalición UPN-PSN-CDN.
El segundo escenario al que conduce el sondeo de opinión es el de un Gobierno a la catalana, con el candidato socialista en la presidencia del nuevo Gobierno y con la implicación de IU y de Nafarroa Bai, así como de Batasuna si fuera legalizada. Los 26 escaños que agruparían y entre el 50 y 53% de los votos electorales llevarían a Fernando Puras al Palacio de Navarra.
Aunque el candidato socialista ha mantenido que su apuesta es la de un Gobierno monocolor (en el que cabría IU), necesitaría de los votos nacionalistas (11 representantes) para poder gobernar con estabilidad.
El sondeo de opinión pone de manifiesto la firmeza de los bloques ideológicos en los últimos años. El centro derecha, representado por UPN y CDN, sumaría entre el 46,6 y el 48,1% del electorado; la izquierda, PSN y IU, obtendría entre el 29,1 y el 30,1% de los votos; y el ámbito nacionalista, con Nafarroa Bai y Batasuna, aglutinaría entre el 20,9 y el 23,4% de los votantes.