lunes, abril 18, 2005

10 años de la "Opción Alli".

Diario de Noticias.


21 de marzo de 1995, en la localidad de Arbizu dos sociólogos presentan a José Iríguibel , un histórico militante de UPN, y a Eustaquio Eseverri , entonces asesor de Juan Cruz Alli como presidente del Gobierno de Navarra, los resultados de una encuesta socio política que bajo la presentación de Opción Alli reflejaba la capacidad de liderazgo del entonces jefe del Ejecutivo regionalista y las posibilidades electorales de una opción de centro reformista al margen de las siglas UPN-PP, aglutinadoras en ese momento de todo el espacio de centro derecha. Con los resultados de aquel análisis y de la encuesta (que había financiado de su bolsillo un entusiasta empresario navarro) bajo el brazo, Iríguibel y Eseverri (ambos ya fallecidos) regresan a Pamplona y mantienen una reunión urgente en el Restaurante Iríguibel de Huarte con el propio Alli, Luis Ibero (alcalde de Zizur) y Víctor Maeztu (secretario de Formación de UPN).
Esa misma noche, tras superar las reticencias de Ibero y Maeztu, los menos convencidos de las posibilidades de éxito de una nueva formación política en el panomara electoral de Navarra, se toma la decisión de fundar un partido alrededor de la figura de Alli. Incluso se decide ya el nombre: Convergencia de Demócratas Navarros (el término final se sustituiría poco después por de Navarra ), a partir de tres premisas: tratar de mimetizar la imagen política de los partidos catalanistas Convergencia y Unió, y la inclusión de los términos democracia (aparece también en las siglas de CDN y UDC) y Navarra . Una vez tomada la decisión, se pone en marcha el proceso de constitución del partido tanto en el ámbito administrativo como en el de la elaboración de los Estatutos y el diseño de un modelo organizativo para el funcionamiento inicial. Apenas quedaban dos meses para la cita electoral del 28 de mayo.
Maeztu y Amaia Úriz , una joven militante regionalista y vicepresidenta entonces de Juventudes Navarras, elaboran los primeros Estatutos, se encargan de buscar un local donde instalar la sede del futuro partido político y solucionan el papeleo jurídico administrativo inicial. El 28 de marzo, apenas una semana después de tomarse la decisión de fundar CDN, Iríguibel, Ibero, Maeztu y Águeda Lusarreta firman el Acta Fundacional de Convergencia y dos días después, el 30 de marzo de 1995, el partido queda inscrito en el Registro del Ministerio de Interior. Finalmente, el 4 de abril se firma el decreto de disolución del Parlamento de Navarra elegido en 1991 y de convocatoria de nuevas elecciones. El 11 de abril, Alli anuncia su marcha de UPN y su ingreso en Convergencia.

unir al pp y Autovía de Leitzaran
Los orígenes de la crisis


Era el punto final a una crisis abierta en el seno de UPN prácticamente desde 1991. Alli fue el impulsor, una vez elegido candidato de la formación regionalista para las elecciones forales de aquel año, del pacto de fusión con el PP que Navarra que dirigía Jaime Ignacio del Burgo . Alli defendió que era la única posibilidad, en el escenario electoral de entonces, de superar a un PSN fortalecido por el ejercicio del poder y por la maquinaria electoral de Felipe González . Aquella apuesta, que ganó, le enfrentó a Jesús Aizpún y Rafael Gurrea y al denominado entonces sector histórico de UPN, pero lo cierto es que permitió por primera vez a UPN llegar al Gobierno.
A esta primera crisis, le seguiría poco después un nuevo enfrentamiento interno tras la decisión del Gobierno de UPN de modificar el trazado inicial de la Autovía de Leitzaran. A Aizpún y Gurrea se sumó entonces en el enfrentamiento interno Del Burgo, que acusaron a Alli de cesión al chantaje de ETA. Incluso hubo un primer intento desde dentro de UPN de descabalgar a Alli de la presidencia del Gobierno, que acabó en fracaso. De hecho, el 4º Congreso de UPN, en 1993, avaló mayoritariamente las candidaturas del llamado sector renovador (frente a las listas alternativas de los históricos y del sector procedente del PP), que tenían a Alli como líder político y a Miguel Sanz , desde 1991 vicepresidente del Gobierno y consejero de Presidencia y Administración Local, como artífice del control de la organización.

El tándem Alli-Sanz controlaba el partido y el Gobierno.
elección de eurocandidato
El apoyo a Javier Pomés


Sin embargo, las cosas volverían a torcerse apenas un año después, en la primavera de 1994. Alli había nombrado consejero de Economía y Hacienda de su Gabinete a Javier Pomés , pero su incorporación al Parlamento Europeo (formaba parte de la anterior candidatura de UPN-PP), le obligó a sustituirlo por Juan Ramón Jiménez . Como recompensa (quedaba sólo un año antes de que se celebrasen nuevos comicios europeos), Alli garantizó a Pomés el puesto que correspondía a UPN en la nueva lista europea. Pero ese cargo en Estrasburgo también estaba en la mira de Alfredo Jaime , entonces alcalde de Pamplona. Alli se opuso a su nombramiento alegando que al encabezar la lista regionalista de Pamplona había adquirido un compromiso de cuatro años con la ciudad. Jaime respondió con contundencia: "Si no soy yo el candidato, el que tú quieres tampoco", en referencia a Pomés.
El sector renovador , hasta entonces base del respaldo interno de Alli, retiró la candidatura de Jaime, pero presentó un nuevo candidato alternativo a Pomés: Luis Campoy , alcalde de Tudela y amigo personal de Sanz, quien se impone tras una dura pugna, y al segundo intento, en el Consejo Político a Pomés. Aún así, Alli mantuvo su compromiso con Pomés y utilizó sus influencias con la dirección del PP para lograr que éste fuera incluido en las candidatura europea en otro puesto. Y aunque no logró ser elegido en un primer momento, las posteriores elecciones generales de 1996 en el Estado posibilitaron corrimiento de europarlamentarios y Pomés pudo acceder a Estrasburgo. Donde, por cierto, aún sigue tras ser reelegido el pasado mes de junio después de haber protagonizado un similar enfrentamiento en el Consejo Político, esta vez con la dirección regionalista de Sanz, que propugnó sin éxito otros dos candidatos alternativos, Santiago Cervera y Ana Elizalde .
El episodio de la elección del candidato a eurodiputado había abierto una brecha entre Alli y Sanz que ya no se cerraría. Los sectores regionalistas más críticos con la política de Alli (a las polémicas por el pacto con el PP y la Autovía del Norte se había sumado la firma de la Declaración de Ahinoa , un documento de colaboración con Aquitania y la Comunidad Autónoma Vasca, firmado en esta localidad de Iparralde, que tampoco gustó en los sectores más conservadores), vieron en esa ruptura, y amparados por una fuerte campaña mediática en contra de la figura política de Alli, una posibilidad de intentar la destitución que había fracasado dos años antes en gran medida por la falta de una figura alternativa con capacidad de lograr suficiente respaldo interno. Y dirigieron su mirada hacia Sanz.
Aunque en un primer momento la maniobra volvió a fracasar, la tensión interna fue en aumento. Alli se destapó el 23 de abril de 1994 con unas declaraciones en DIARIO DE NOTICIAS en las que apostaba por una modernización de las estructuras de organización interna de UPN, que consideraba obsoletas y desequilibaradas hacia el ámbito rural a pesar de que el peso del voto regionalista era mucho mayor en las áreas urbanas.

Denuncias de corrupción
Polémica con Jaime


La llegada del verano de 1994 rebajó el enfrentamiento público, pero no la batalla en el seno de UPN. Y otoño se destapó con una nueva dura polémica: la demanda de Alli al comité ejecutivo para que investigara unas denuncias sobre presunto cobro de comisiones ilegales en las que involucró diractamente a Jaime. Aquella investigación acabó exculpando a al alcalde de Pamplona, del que Alli había asegurado que era conocido como mister 10% . Y ello pese a que las denuncias procedían de personas relevantes del propio partido regionalista (cuyos nombres Alli no quiso hacer nunca públicos), alguno de los cuales todavía disfruta de jugosos puestos políticos en nombre de UPN.
La ofensiva de Alli tuvo un segundo frente en el Gobierno: destituyó a Sanz de sus cargos de vicepresidente y consejero de Administración Local (sólo le dejó la cartera de Presidencia e Interior) y nombró vicepresidente a Jiménez (quien había sustituido a Pomés como consejero de Economía y Hacienda) y a Javier del Castillo , una de las cabezas visibles del sector histórico de UPN hasta entonces enfrentado a Alli, consejero de Administración Local.
En medio de un constante debate repleto de descalificaciones en los medios de comunicación, tanto Alli como Sanz fueron jugando sus bazas en el seno de UPN ante la elección del candidato regionalista para las elecciones forales de 1995. Pero el control de los órganos de dirección del partido estaba en manos del sector renovador , que mayoritariamente se alinéo con Sanz, lo que permitió a éste adelantar la elección del candidato en el comité ejecutivo, que le designó a él en diciembre de 2004. La decisión es ratificada en enero por el Consejo Político. "Es mejor tener un candidato que aunque no esté muy preparado sea fiel a los principios fundacionales de UPN", argumentó entonces José Ángel Zubiaur , en referencia al debate permanente sobre Navarra y sus relaciones con la CAV. No hay que olvidar que Alli había sido acusado desde sectores mediáticos y políticos conservadores, ya desde inicios de los 80, de ser un submarino del PNV. Una tesis que volvió a aparecer en un libro-panfleto que circuló en aquellos meses de crisis con intensidad entre las bases regionalistas impulsado por la pluma de Del Burgo.


El candidato para 2005

La respuesta de los militantes afines a Alli tras la designación como candidato de Sanz fue poner en marcha una recogida de firmas entre la afiliación para que el asunto fuera debatido de nuevo en la 15ª Asamblea de UPN, único órgano político que podía modificar las decisiones de la ejecutiva y del Consejo Político. Se recogieron cerca de 900 firmas, insuficientes para incluir el tema en el orden del día de la Asamblea, ya que los Estatutos exigían el aval del 25% de la afiliación para ello: es decir, unas 1.200 firmas de los aproximadamente 4.800 afiliados con que, según los datos oficiales, contaba entonces la formación regionalista (curiosamente, una cifra similar a la que se ha barajado ahora para el 7º Congreso). La 15ª Asamblea de UPN se celebra el 5 de marzo y sólo sirve para ratificar la derrota interna de los sectores próximos a Alli.
Apenas un mes después, Alli ingresaba en CDN. Se pone en marcha una frenética actividad para lograr elaborar listas al Parlamento de Navarra y a los principales ayuntamientos. En apenas un mes de funcionamiento, Convergencia suma más de 400 afiliados (en la actualidad, ronda los 500 militantes). Maeztu, Ibero, Iríguibel y Lusarreta, los firmantes del Acta Fundacional, forman una comisión gestora en la que se integran, entre otros, Alli, Amaia Úriz o José Rodríguez , entonces alcalde de Larraga. Con la sede y el restaurante Iríguibel como principales centros de operación, Alli intenta incorporar al nuevo partido a sus principales colaboradores en el Gobierno de Navarra.

Los resultados electorales

Sin embargo, las dudas y la presión política y mediática de los sectores conservadores pesan en muchos casos más que la fidelidad personal o la sintonía idelógica y varias de las personas de referencia que participan en aquellas primeras reuniones, como el hasta entonces consejero de Industria, Ángel Rodríguez San Vicente , optan finalmente por seguir en UPN. Al igual que los también consejeros Javier Marcotegui , José Cruz Pérez Lapazarán o Juan Ramón Jiménez, o miembros destacados de Juventudes Navarras como Juan Luis Sánchez de Muniáin , todos ellos muy próximos durante toda la crisis previa a Alli. La mayoría de ellos ha tenido una larga trayectoria política en UPN.
Finalmente, CDN aprueba las listas electorales, no sin afrontar antes su primer debate interno entre quienes, como Ibero o Maeztu, abogaban por echar manos de aquellos nombres menos implicados en la historia de UPN y los representantes del sector histórico de ese partido, que como Javier Chourraut (quien encabezaría la candidatura en Pamplona), Del Castillo, Andrés Basterra , Juan José Manero o Teresa Gracia , habían abandonado su militancia anterior y habían seguido a Alli a Convergencia. Lo cierto es que sus posibilidaes políticas en UPN eran a esas alturas muy reducidas. Las encuestas auguraban un buen resultado a CDN (10 escaños), aunque UPN ironizaba con que la duración de Convergencia en el panorama político alcanzaría hasta que le cortasen la luz por impago del recibo. 20 millones de pesetas, aportaciones voluntarias, sirvieron para afrontar los gastos de aquella campaña electoral. Una campaña en la que Alli supo manejar su capacidad dialéctica y la fuerza de su imagen (era y sigue siendo aún hoy el político más valorado por los ciudadanos navarros) para situar la imagen de UPN en el extremo más conservador y derechista de la política navarra.
En esta ocasión, los ciudadanos coincidieron con las encuestas y CDN alcanzó los 55.000 votos, muy cerca de los poco más de 60.000 que sumó el PSN (sumido en su primera gran crisis tras los primeros escándalos de corrupción de la época urralburista ), y obtuvo 10 parlamentarios: los mismos que preveía el sondeo Opción Alli que sólo dos meses antes había impulsado la decisión de formar CDN. Un éxito del que disfrutaron y celebraron compañías significativas en el Hotel Iruña Park, incluida la actual alcaldesa de UPN en Pamplona, Yolanda Barcina .
gobierno de coalición.

Auge y caída del tripartito

UPN sumó 17 escaños, el PSN, 11, IU, 5, EA, dos y HB, otros 5. Las negociaciones resolvieron un acuerdo entre PSN, CDN y EA, con el apoyo parlamentario de IU, para llevar a UPN a la oposición y formar un Gobierno de coalición bajo la presidencia de Javier Otano . Alli fue nombrado vicepresidente del Ejecutivo y consejero de Economía y Hacienda. Florencio López Istúriz , como consejero de Transportes (sería sustituido luego por Ibero), Del Castillo (consejero de Administración Local) y Javier Echarte (consejero de Promoción Rural), completaban la presencia de CDN en el Gabinete. Además, de la alcaldía de Pamplona en manos hasta 1999 de Chourraut (gracias a que en este foro el PSN mantuvo su pacto con CDN e IU).
Al amparo del poder, CDN celebra su Congreso Constituyente en noviembre de 1995. Alli es elegido presidente, Maeztu, secretario, e Ignacio Astráin , vicepresidente. Pero aquella experiencia política duró sólo un año: la publicación de una cuenta secreta en Suiza a nombre de Otano, dio al traste con el Gobierno de coalición y sumió en una nueva crisis, que en buena medida aún hoy arrastra, al PSN.
La decisión del PSOE de imponer al PSN el abandono del Ejecutivo abrió una ronda de negociaciones entre UPN y CDN para buscar una mayoría parlamentaria suficiente para el resto de la Legislatura. Los regionalistas pusieron dos condiciones: la retirada del Órgano Cómun con la CAV aprobado por el anterior Gobierno tripartido, y la salida de Alli del Ejecutivo, ésta inasumible para Convergencia. Pero ya el 12 de julio, en plenas negociaciones entre UPN y CDN, los dirigentes de Convergencia supieron que ese proceso de contactos era inútil. UPN sabía que accedería al Gobierno como lista más votada en septiembre, una vez agotado el proceso de investidura.
Alli y otros dirigentes de Convergencia concieron en esa fecha, por boca de un destacado dirigente de la ejecutiva federal del PSOE, que los socialistas habían decidido ir a la oposición en Navarra para acallar al PP de las acusaciones de corrupción que constantemente le lanzaba. La misma fuente les transmitió que la Comisión Gestora que impuso el PSOE para sustituir a la dirección del PSN tenía órdenes de no negociar nada con nadie y ceder el Gobierno a UPN. Y que, por tanto, las negociaciones que en ese momento mantenían UPN y CDN era sólo una escenificación mediática, porque Gurrea ya sabía de antemano la decisión del PSOE y tan sólo le quedaba esperar al procedimiento automático para que UPN se hiciese con la presidencia.
La salida de CDN del Gobierno abrió para el nuevo partido una larga travesía en el desierto y estuvo acompañada de deserciones llamativas, como la de la actual consejera de Salud, María Kutz , militante de Convergencia que había sido nombrada directora del Hospital de Navarra por el Gobierno tripartito y que tras la pérdida del poder abandonó este partido y se pasó a UPN. Además, llegó la primera crisis interna de CDN: Lusarreta, fundadora de Convergencia, y un grupo reducido de militantes, sobre todo de la agrupación de Tudela, dejan la afiliación por disconformidad con el modelo organizativo del nuevo partido.
1996-2002.

La larga travesía del desierto

El pacto entre UPN y PSN duró hasta mediados de 1998, cuando la dirección socialista que había puesto fin a la provisionalidad de las gestoras del PSN en diciembre de 1997, se desmarca bajo la dirección de Juan JoséLizarbe de los acuerdos con los regionalistas un año antes de las elecciones. Y fue Convergencia quien tomó el relevo de los acuerdos presupuestarios con los regionalistas y pactó los Presupuestos de 1999.
Las elecciones de mayo de 1999 dejaron a CDN con sólo 3 de sus 10 escaños anteriores. El propio Alli recordaba esta misma semana que la "deslealtad de Otano y de todo el PSN costó a CDN sangre, sudor y lágrimas". Incluso José Andrés Burguete , una figura en ascenso dentro de Convergencia, ya entonces vicepresidente del partido, que había sido alcalde de Lumbier y presidente de la FNMC, queda fuera al ir en el cuatro puesto de la candidatura. Sólo el accidente de tráfico que sufrió Del Castillo cuando acudía a la investidura de Sanz (UPN había ganado las elecciones y suscrito un nuevo acuerdo presupuestario con PSN), le permitiría pocos meses después incorporarse como parlamentario a la Cámara.
El 2º Congreso de CDN mantiene a Alli, a Burguete como vicepresidente y a Maeztu en la secretaría. La Legislatura, tras el varapalo electoral, vuelve a presentarse difícil. En enero de 2001, Maeztu deja la secretaría ante el avance de los sectores ideológicos más conservadores de Convergencia, claramente partidarios ya del acercamiento político e institucional a UPN como tabla de salvación para el proyecto. Le sustituye en el cargo Carlos Pérez-Nievas . A la vez, Mikel Armendáriz , Joan Gabari y otros jóvenes militantes ponen en marcha Jóvenes Demócratas de Navarra.
En abril de 2001, el PSN había vuelto a romper su acuerdo con UPN alegando el incumplimiento por parte de los regionalistas de importantes compromisos en materia de educación. De nuevo CDN toma el relevo. Sin embargo, en esta ocasión los 22 votos de UPN y los 3 de CDN son insuficientes para lograr una mayoría parlamentaria suficiente y los Presupuestos de Navarra de 2002 y 2003 acaban siendo prorrogados. El empate político a 25 votos en la Cámara se convierte en la constante del tramo final de la Legislatura.
nueva experiencia de gobierno.

La fórmula UPN-CDN
Finalmente, las elecciones de mayo de 2003 otorgan 4 parlamentarios a CDN, uno más que cuatro años antes, y abren la posibilidad de formar un Gobierno de coalición con UPN, que logra 23 escaños. El acuerdo se cierra en pocos días, aunque sin la presencia de Alli en el nuevo Ejecutivo. Burguete como consejero de Medio Ambiente y Echarte, de nuevo en la cartera de Agricultura (como con el Gobierno tripartito de 1995) forman la representación de Convergencia en esta segunda experiencia de gobierno. Un réditos que se completan con la inclusión de CDN en el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Pamplona y con la presidencia de la Mancomunidad de la Comarca para Ibero, quien ve cumplido así su sueño político histórico.
Desde entonces, una fallida experiencia electoral en las elecciones al Parlamento Europeo del pasado junio en las que concurrió con el Partido Andalucista y Coalición Canaria, entre otros: apenas 2.000 votos, unas decenas más que el Partido del Cannabis. Y un III Congreso que ratificó la actual línea política y a Alli, Burguete y Pérez-Nievas como el núcleo de dirección.
Todo indica que la fórmula UPN-CDN tiene aún recorrido futuro. Es la apuesta de Sanz para apuntalar la continuidad de UPN en el Gobierno a partir de 2007 y el propio Alli ha descartado la posibilidad de recuperar la vía de acuerdos con PSN o las formaciones nacionalistas ratificando su compromiso con el actual pacto. Ya sólo falta que Alli despeje la duda de si en 2007 volverá a repetir como candidato de Convergencia, duda clave para el futuro de CDN. Sanz y Alli han adecuado sus viejas rencillas a los nuevos tiempos políticos, un paso más fácil toda vez que quienes se opusieron desde el principio con más fuerza en el seno de UPN a los planteamientos de Alli, como Del Burgo o Gurrea (una vez fallecido Jesús Aizpún ), juegan un papel cada vez más secundario en la toma de decisiones de la formación regionalista. E incluso por encima de las andanadas discursivas que utiliza periódicamente Alli para desmarcar a CDN de UPN a costa de sus políticas y de sus políticos más conservadores. Queda, eso sí, por despejar la fórmula electoral con que UPN y CDN intentarán apuntalar su actual mayoría: por separado, como hasta ahora, o recurriendo a una coalición tipo CiU. La continuidad de Alli, la presencia o no de NaBai y los datos de los sondeos previos determinarán esa decisión. Y quién sabe si Barcina, quien ya celebró en 1995 el éxito inicial de Convergencia, acaba liderando una candidatura conjunta de UPN y CDN en 2007.