lunes, abril 11, 2005

Burguete entrega la Estrategia Territorial.


La Estrategia Territorial de Navarra apuesta por una ciudad polinuclear.

Pamplona y su comarca se apoyan en otras ciudades intermedias (tafalla, estella...)
Potenciar el Eje del Ebro como espacio económico y el plan de emergencia para los valles pirenaicos, otros retos del plan.

El documento estratégico en el que se pretende apoyar e inspirar las diferentes políticas sectoriales que lleve a cabo el Gobierno foral y las administraciones locales durante los próximos 25 años apuesta por dos grandes áreas de desarrollo: la ciudad policéntrica que, desde Pamplona, ocupa un radio máximo de 40 kilómetros -ampliando el actual ámbito comarcal a las ciudades intermedias (Tafalla, Sanguesa...)-; y el corredor del Ebro, con epicentro en Tudela como gran "espacio económico". Asimismo, el documento persigue "fortalecer" aquellas áreas que se encuentran más "atrasadas" en su desarrollo, como los valles pirenaicos a través de políticas sectoriales concretas (Plan de Emergencia), así como aprovechar la "vocación atlántica" de Navarra.
Reequilibrar el desarrollo regional de la Comunidad Foral en todos los ámbitos -territorial, económico y social (en término de cohesión)- y potenciar su competitividad dentro del marco europeo constituyen los grandes retos a los que se enfrenta la que es la primera Estrategia Territorial de que se dota Navarra, tal y como recalcó ayer el consejero de Ordenación del Territorio, José Andrés Burguete. Para poder competir con otras ciudades europeas, la ETN, que se ha remitido al Parlamento de Navarra para su debate y aprobación, pretende convertir Navarra "en una región en aprendizaje e innovadora"; desarrollar sectores de base tecnológica; incrementar la "empresarialidad"; y favorecer unas instituciones potenciadoras del capital social.
contenido El documento de planificación territorial ha superado tres años de gestación, un proceso en el que han participado hasta 580 personas pertenecientes a entidades locales, consorcios, empresas y colectivos sociales. Sus líneas básicas, presentadas durante el anterior mandato ejecutivo, fueron duramente contestadas principalmente por los entes locales (se presentaron cientos de alegaciones) que han terminado por dar el visto bueno al documento tras ver recogidas sus propuestas a favor de un mayor reequilibrio territorial.
La Estrategia refuerza el papel que juegan las llamadas ciudades intermedias (Tafalla, Estella, Sangüesa...) dentro de la gran ciudad-región que es Pamplona y su Comarca. Apuesta así por un modelo de desarrollo basado en una fuerte estructura urbana central, con ciudades intermedias situadas a 30-50 kilómetros de la capital y una estructura de núcleos integrados entre sí. Así, se recoge la potenciación de Estella, Sangüesa, Tafalla, Alsasua y Olite. La mejora de las comunicaciones y del transporte público, y otros servicios favorecerían este desarrollo.
Además, se aboga por la articulación de un espacio económico a lo largo del Eje del Ebro, basado en la cooperación por su carácter transregional, que consolide sus poblaciones y en la que Tudela tenga un papel similar al que desempeña Pamplona en su área de influencia. De este modo, Tudela debe convertirse en un "referente" en el Valle del Ebro, para lo que necesita la aplicación de "políticas positivas" de desarrollo económico y social. Se prevé además potenciar la relación con Aragón y Rioja.
Se plantea valorar los espacios con mayor vocación atlántica como "engarce con el Arco Atlántico", como polo de atracción industrial, la "dinamización sostenible" del espacio pirenaico (valles de Aezkoa, Roncal y Salazar), y estrategias de consolidación e incremento de sus poblaciones para zonas rurales intermedias. La autovía a Jaca y la transpirenaica, y la potenciación del turismo son otros ejes estratégicos.
Potenciar la "región-ciudad"
Nuestra Comunidad necesita, según el Ejecutivo, adoptar una posición más activa como una "región-ciudad", para lo que necesita reforzar "armoniosamente" el papel de Pamplona como núcleo articulador y "puerta de la región", impulsar sus ciudades intermedias, desarrollar sus tres vocaciones, Pirenaica, Atlántica y la que le une al valle del Ebro, y conservar y mantener sus espacios rurales y naturales como elementos estructurantes. Por ello, será necesario realizar un mayor esfuerzo de reequilibrio territorial que abra "nuevas oportunidades", especialmente al Pirineo, a los valles y montañas de la Zona Media, a Tierra Estella y al Baztán-Bidasoa, y "potenciar en general las relaciones entre los núcleos intermedios con los espacios rurales que los circundan". El proyecto abarca criterios de actuación sobre territorio, infraestructuras, actividades económicas, residenciales, equipamientos o la protección del patrimonio cultural.